Es una realidad, el fraude está presente en el día a día: una llamada telefónica, un correo electrónico, una carta de nuestra “entidad financiera” de confianza, un ser querido que se “encuentra” en otro país solicitándonos dinero, etc., prácticamente ningún sector de la economía y de la sociedad está exento de ser víctima de fraude.

Las estructuras criminales cada vez son más sofisticadas e inteligentes; apelan a buena fe de las familias y al desconocimiento de las personas para conseguir lo que buscan, esto es: dinero, datos personales, que descargues un archivo en tu ordenador o que entregues información confidencial de tu lugar de trabajo.

En Banco Santander queremos ayudarte a identificar dos modalidades habituales de fraude, con las que te puedes encontrar en diferentes escenarios del día a día:

Los ciberdelincuentes suplantan la identidad de empresas prestigiosas, amigos o conocidos a través de un mensaje falso que contiene un vínculo a un sitio web de phishing.

Si quieres saber más sobre este tipo de tácticas, conoce nuestra sección de ciberseguridad para personas y empresas.

Recuerda siembre verificar todo tipo de llamada, identifica a la persona, no compartas datos bancarios, ninguna entidad financiera te pedirá contraseñas o datos personales. Mantente siempre alerta, sé discreto con la información que compartes.

Si te ofrecen algo que es demasiado bueno para ser verdad, tal vez deberías revisar con cuidado la oferta que te presentan, normalmente los criminales te mencionan que ganaste el concurso por una cantidad significativa de dinero, el móvil u ordenador de tus sueños, un automóvil, pero ¿acaso tu participaste en algún concurso?, ¿la empresa es conocida?, evita actuar sin pensar, todos podemos ser víctimas de fraude.

No olvides que puedes prevenir el fraude, si las ofertas, mensajes de texto, correos electrónicos, llamadas telefónicas o citaciones te parecen extrañas, recurre a los canales de denuncia competentes y evita realizar cualquier acción que te solicitan.